Ayer fui al homenaje a Chuck Norris de la Fundación para el Desarrollo y la Cultura de la EMIENA. No sé porqué cuento esto, que no tiene ninguna importancia. Quizás necesitaba escribir, no sé.
Por cierto, él estaba allí, pero me decepcionó profundamente. No llevaba su pañuelito al cuello y algo había cambiado en su forma de vestir, en su pose, no sé. En realidad no era tan guapo como parecía y, la verdad, me cayó un poco gordo, pues me da que se lo tiene un poco creído. En fin, ya veremos, no sé.
* * *
No hay comentarios:
Publicar un comentario