SIPNOSIS BIOGRÁFICA (1) DE SARA-CLARABELLA MAX, por Felipe Mistolio


Clara-Sarabella Beautifreigel Schindfield nació en 1968 en la hermosa villa de Frühlisgstadt, hija de una familia de pequeños comerciantes cuyos antecedentes se remontan al pequeño mundo de los hermanos Grimm. Su padre, el Dr. Maese Johann-Johannes Beautifreigel, era diseñador de suelas de zapato industrial y proporcionó a Clara-Sarabella una esmerada educación técnica en esta profesión. Pero fue de su madre, Clara-Sofia Schindfield, de quien Clara-Sarabella heredó... (ver más en SIPNOSIS (1) BIOGRÁFICA DE SARA-CLARABELLA MAX, por Felipe Mistolio (2))

12-6-98 (Las tertulias de California 47 y Mario)

  La barbarie humana no tiene límites. Hoy he visto como un repugnante individuo, que no merece ni el calificativo de persona, torturaba cruel e impunemente por medio del chantaje psicológico y con amenazas físicas a un caniche que había meado en el chasis de su Seat Panda. Hay tantas cosas que los medios de comunicación nos ocultan.... A saber cuantas otras barbaridades de la raza humana desconocemos.
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En la última tertulia sobre derecho penal que celebramos en California 47 expuse mi tesis sobre la conveniencia de añadir una cláusula a la ley sobre la aplicación de la pena de muerte en Estados Unidos, que podría consistir aproximadamente en algo como “la condena a pena de muerte será considerada como homicidio voluntario, para el que se aplicará la pena máxima”. Ante mi desagradable sorpresa fui tachada de hippie, yippie, subversiva y retrógrada. Lo peor fue que un sector se rió claramente de mí, pero sigo sin entender como no llegan a comprender la revolución que ello implica en el derecho moderno. Creo que mi destino es y será siempre la incomprensión, y solo aspiro ya a que al menos a mi muerte se reconozca mi trabajo en los diversos campos de la cultura.
Hablando después cinco horas a solas con Mario, este me aclaró que todos menos Alfredo pertenecían a una secta mormona que no aceptaba la poligamia de la ortodoxia, razón que podría explicar esta grosera reacción ante mi tesis, según él.
 Por cierto, creo que Mario me gusta, no sé.


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