SIPNOSIS BIOGRÁFICA (1) DE SARA-CLARABELLA MAX, por Felipe Mistolio


Clara-Sarabella Beautifreigel Schindfield nació en 1968 en la hermosa villa de Frühlisgstadt, hija de una familia de pequeños comerciantes cuyos antecedentes se remontan al pequeño mundo de los hermanos Grimm. Su padre, el Dr. Maese Johann-Johannes Beautifreigel, era diseñador de suelas de zapato industrial y proporcionó a Clara-Sarabella una esmerada educación técnica en esta profesión. Pero fue de su madre, Clara-Sofia Schindfield, de quien Clara-Sarabella heredó... (ver más en SIPNOSIS (1) BIOGRÁFICA DE SARA-CLARABELLA MAX, por Felipe Mistolio (2))

20-5-98 (La culpa de Séneca)

Duro golpe. Ayer, por azares del destino, me enteré por una vecina de que la mujer del libro, que resulta trabajar en una tienda de comestibles del barrio del Lucero y ser amiga de la hija de Pepi, la del quinto, fue despedida de su trabajo por un equívoco sin importancia y al llegar a su casa se encontró una nota de su marido que decía: “Ayer dejé repentinamente de amarte, me caso con tu amiga Lolita mañana, espero que sigamos siendo amigos. Te dejo en la mesita del hall la invitación a la boda. Esperamos que vengas, besos de los dos.” “Posdata: te puedes quedar con los tres pequeños, pero Javi se viene conmigo, pues quiero montar una empresa de chocolatinas y puede serme de gran ayuda. Me pondré en contacto en breve contigo para resolver el tema de la pensión ya que, como sabes, ayer se me acabó el paro y necesito dinero. Te dejo también la lista de boda. Un abrazo. Tu osito.”, nota tras cuya lectura parece ser que la mujer intentó poner fin a su existencia antes de alcanzar la felicidad cortándose las venas con un monda-patatas en la bañera.

Afortunadamente una amiga la encontró a tiempo –en parte debido a que el mondador no era muy efectivo como cortador de carne- y actualmente se encuentra en el hospital Gregorio Marañón con una pequeña complicación estomacal fruto de una confusión con el medicamento de otro enfermo y una hepatitis que le contagió la enfermera al usar –accidentalmente- la jeringuilla de su sobrino drogadicto. Mi vecina me contó que Pepi le había comentado que al lado de la bañera se encontró un recorte del libro “Vida de Séneca”, libro que actualmente lee su “ex” atormentado por la culpa, y a cuyo autor quiere demandar una indemnización de 22 millones por incitación al suicidio. Mi vecina me dijo después que creía que yo estaba muy sola y que debería enamorarme de alguien. Yo le dije que si no le importaba tenía que ir a comprar unas bragas porque se me habían desteñido todas en la última lavadora y que además tenía que ir a un congreso de botánica por la tarde.

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